Al principio, estas pulseras de actividad parecían el regalo perfecto para
cualquier atleta. Gracias al seguimiento de los pasos y la frecuencia
cardíaca, el atleta que lo llevaba podía conocer su estado físico, cuánto
tiempo le costó hacer una ruta determinada y sacar sus propias conclusiones
sobre su rendimiento atlético. Sin embargo, estos dispositivos portátiles
también son muy útiles para otros grupos de personas, poniendo énfasis no
tanto en el deporte en sí, sino en la salud misma.
¿Qué datos de salud ofrece una pulsera inteligente?
Como hemos señalado, las pulseras inteligentes más básicas nos ofrecen
apoyo en los pasos que hacemos. De este modo, también podemos recibir
notificaciones (según el modelo) que nos hagan saber que hemos parado
durante mucho tiempo. Sin duda, un buen remedio para hacer frente a un
estilo de vida sedentario.
Además, tienen un sensor electrónico capaz de medir la frecuencia cardíaca
de quien lo lleva en la muñeca. Si bien es cierto que no es tan precisa como
una máquina hospitalaria, sirve como herramienta "casera" para hacerse una
idea estimada de nuestros latidos por minuto. Las pulseras más avanzadas son
incluso capaces de producir un electrocardiograma con esta tecnología.
Otra característica de casi todos los rastreadores de actividades es la
medida del sueño. Con los informes diarios, identifican cuando una persona
duerme y en monitorizan la calidad. Así, hemos podido detectar apnea del
sueño que, si no se controla, puede tener graves consecuencias sobre nuestra
salud.
¿Es posible crear pulseras inteligentes para determinadas enfermedades o grupos de personas?
La tendencia indica una personalización e innovación constantes en este
ámbito de la salud y la tecnología. Encontramos, pues, proyectos de salud
electrónica, como el desarrollo de una pulsera inteligente con capacidad
para detectar la fibrilación auricular en tiempo real, como método de
prevención del ictus.
La startup IIPA, creada por jóvenes ingenieros, bioquímicos y pediatras, ha
desarrollado una pulsera inteligente para bebés. Detecta convulsiones
epilépticas, convulsiones febriles, apnea nocturna, taquicardia y
bronquiolitis, entre otras enfermedades. De este modo, ofrece todo tipo de
información sobre la salud de los niños del hogar, de gran utilidad no sólo
para los padres, sino también para los pediatras.
Las personas mayores también pueden tener sus pulseras inteligentes con
características propias de su edad. La peculiaridad radica en la posibilidad
de notificar diferentes contactos en situaciones de emergencia. Así, la
persona mayor puede enviar la advertencia SOS sólo pulsando un botón y,
gracias al control de movimientos bruscos, por ejemplo, en el mismo mensaje,
avisará que se trata de una caída.
"El potencial es inmenso", advirtió Daniel Draft, médico y director de
medicina y neurociencias de la Singularity University, sobre aplicaciones
móviles y portables a la medicina del futuro. Seguimos de cerca la evolución
de la eHealth como plataformas de diagnóstico, reconociendo también la
importancia de la educación en esta área.
De este modo, la tecnología vuelve a estar al servicio de la salud y, en
este caso, tiene un fuerte componente preventivo para evitar problemas o
enfermedades importantes.